6 de enero de 2017

Don Bosco y los valores de nuestra sociedad

Los santos nos ofrecen modelos de vida

Comenzamos el mes de Don Bosco. Un mes que es especial para los que vivimos el carisma salesiano. Enero tiene siempre un sabor a vocación educativa, a tocar la raíz de lo que somos: educadores con estilo salesiano. Y nos pone en la tesitura de ahondar en esa vocación específica. 

A veces olvidamos que los santos, lo son, no por tener superpoderes, sino por vivir su humanidad al 100%, tanto que se proponen como modelo para los demás hoy propongo una reflexión para acercarnos a Don Bosco y a cómo puede responder a los valores de esta sociedad. 

Seguro que muchos de los juguetes y regalos que trajeron los magos de Oriente en unos días están ya casi olvidados y guardados o condenados a no ser usados… Y es que, en nuestra sociedad, por desgracia, los tres símbolos que triunfan son el MICROONDAS, KLEENEX y la ASPIRINA. 

El MICROONDAS nos habla de comida rápida, de velocidad, de hacer las cosas sin mucha reflexión. Y sin embargo el sentido profundo de la vida, tal como lo descubrió Don Bosco, exige tiempos a “fuego lento”, más bien horno de leña, en el que hay que poner especial cuidado en preparar bien las brasas, el esfuerzo merece la pena porque el asado sabe a felicidad. Don Bosco supo que buscar la vocación personal exige momentos de reflexión personal buscando el sentido de su vida… sólo en la “brisa suave” del silencio habla Dios… ¿Y tú? ¿Microondas u horno?

El KLEENEX representa el compromiso de “usar y tirar”, las relaciones no duraderas, las que no me satisfacen, el ir de “flor en flor”. Don Bosco apostó por el un pañuelo de tela, de los que duran toda la vida, de los que si se manchan, se lavan en la lavadora, de los que están bordados a base de ratos concienzudos de entrega cotidiana… Así labró su compromiso y sus relaciones. Sin compromiso auténtico, no hay vocación, hay kleenex. Don Bosco sabía que una relación que no se mancha, es decir, que no se "pringa" no es auténtica relación. ¿Kleenex o pañuelo?

Por último, la ASPIRINA nos habla de alivio rápido y sintomático del dolor, del malestar, de lo que molesta… Además del dolor sintomático, es decir, la manifestación externa del dolor. No alivia la causa profunda, no es un alivio etiológico, del que va a la raíz de lo que te pasa. Don Bosco en su vida aprendió que seguir tus proyectos en la vida exige afrontar el dolor, crecer ante la adversidad y agarrar la Cruz y seguir a Jesús. La clave está en vivir la vida con intensidad y sin miedo al dolor que produce equivocarse, el considerar al dolor como gran maestro que enseña lecciones que el bienestar "absoluto y a toda costa" jamás podrá atisbar. ¿Aspirina o vivir con intensidad?

Te deseo el mejor mes de Don Bosco, que te haga crecer como educador. Y si no eres de la Familia Salesiana, que Don Bosco ilumine tu buen hacer educativo. Saludos. 

Jesús M. Gallardo

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